Han pasado ya varios meses desde la última publicación y me gustaría, en primer lugar, agradecer todas las muestras de apoyo que he recibido por vuestra parte.
La entrada de hoy no implica haber regresado con todas sus implicaciones, significa que esta mañana me apetecía publicar y lo he hecho.
El otro día me tomaba un café con un compañero de trabajo, él es una de esas personas a las que no puedes evitar admirar por su experiencia y porque sin que tú te des cuenta es capaz de ver más allá de la fachada que creas para los demás. Es una de esas personas que conoce tus defectos pero también elogia tus virtudes y te aconseja cómo mejorar sin meterte prisas ya que sabe que es una cuestión de madurez y la madurez sólo la da el tiempo.
Entre algunas de las cosas de las que hablamos, hizo una reflexión que parece hecha para mí. Si las cosas que te gustan se convierten en una obligación ya no son una afición. Y ésto es un poco lo que me ocurrió a mí, desde el mes de febrero han sido muchos y contínuos los cambios que afectan a mi vida. En concreto a la laboral pero debido a mi profesión y al vínculo establecido con mis antiguos compañeros, la tarea de encajarlos y reubicarse ha sido más complicada de lo que pensaba.
Chicas, os echo mucho de menos.
Sin embargo, como bien dicen, renovarse o morir así que parece que la realidad va tomando una forma distinta, ni mejor ni peor, simplemente distinta que debemos asimilar y que en cierto modo hasta me parece agradable. Me estoy dando cuenta de los errores cometidos y trato de encontrar mis propias estrategias para evitar caer de nuevo en ellos. Alguien me dijo una vez que la vida es una prueba y que si no eres capaz de resolver correctamente una situación, ésta se volverá a plantear una y otra vez hasta que aprendas. Razón no le faltaba.
Y ya dejando de lado esta filosofía de instituto, vamos con el tema que nos interesa.
Hoy os presento este plato rápido, delicioso y preparado con cosas que tienes por casa (si no tienes atún añade otro pescado).
Ingredientes:
150g de arroz arbóreo
1/2 cebolla picada fina
1/2 vasito de lambrusco
2 cucharadas de concentrado de tomate
1/2 pastilla de caldo
2 filetes de atún
40g de parmesano reción rayado y un poco más para presentar el plato
Elaboración:
Sofreímos la cebolla en un poco de aceite, cuando quede transparente le añadimos el arroz y el lambrusco dejando que reduzca el alcohol. A continuación añadiremos el concentrado de tomate, 1/2 pastilla de caldo y agua hasta cubrir.
Vamos removiendo hasta que el arroz esté en su punto y en ese momento añadimos el parmesano.
Tapamos y dejamos reposar dos minutos.
Salpimentamos el pescado y lo pasamos por la plancha mientras se reposa el risotto.
Servir junto a un poco más de parmesano y perejil picado...
4 comentarios:
Está genial que "madurases" hasta ser capaz de hacer esta reflexión, porque es lo que te dará la tranquilidad y las ganas de seguir haciendo las cosas que te gustan sin agobiarte y sin más razones para hacerlas que el simple hecho de que disfrutas con ello.
Sigue publicando cuando te apetezca :P
Bexito!
gracias wapi!
que ricooo! me encanto!
Saludos http://empezandoenlacocina.blogspot.com/
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