Risotto de bacon, tomates secos y albahaca

El domingo comí en un restaurante italiano para celebrar mi cumpleaños, pedí pasta fresca rellena y como los platos son tan grandes cada uno pidió el suyo y luego los compartimos.
Pedimos tortellone rellenos de mozzarella, tomate y albahaca; sorrentinos rellenos de parmesano y jamón ibérico; gnocchi de patata con pesto rojo a la crema y pizza de jamón de pato y foie además de los entrantes (éramos cinco) creo que no había disfrutado tanto de comer en mi vida, no puedo evitar que recordarlo meh haga la boca agua y de la experiencia gastronómica surge la idea de este risotto y puede que también lo hubiera visto antes en algún libro, pero como siempre hago mi interpretación personal.

Me he llevado una minicarta del restaurante que te dan junto a la cuenta para que me de ideas de relleno de pasta ya que pensaba ponerme a rellenar pasta fresca esta semana pero hemos tenido cambio de planes.

Ingredientes:

150g de arroz para risotto
200g de bacon en tacos
1/2 cebolla blanca
1 ajo machacado
1 nuez de mantequilla
1 manojo de albahaca picada
10 tomates secos
1 litro de caldo casero (de lo que prefieras) caliente
40g de parmesano reción rayado
1/2 vasito de vino blanco
 Sal y pimienta

Elaboración:

Picamos la cebolla fina y la sofreímos junto a la mantequilla y el ajo.
Cuando tenga color añadiremos los tomates cortados en trozos más pequeños, la mitad de la albahaca y el arroz; salpimentamos (ojo con la sal que luego le añadimos parmesano) le damos dos vueltas en la sartén y añadimos el vino blanco.

Cuando el vino haya reducido iniciaremos la cocción del arroz, iremos añadiendo el caldo ya caliente (muy imporante que esté caliente) un cazo cada vez y vamos removiendo el arroz para que suelte el almidón y le aporte textura. Cuando el arroz esté prácticamente listo, unos cinco minutos antes de lo que te marque el fabricante, la añadimos el parmesano y probamos de sal.

Si la textura resultante es demasiado espesa le añadimos un poco de caldo, si es muy líquida más queso con cuidado de no pasarse de sal.

Dejamos reposar dos minutos (de ahí lo de controlar el tiempo del arroz para añadir el queso) y servimos.