Esta pasta la compré cuando estuvimos en Berlín, me hizo gracia porque era una espiral diferente a la clásica y resulta que una vez cocida se alarga mucho por lo que me pareció un tanto incómoda a la hora de comer.
Sin embargo, la salsa quedó deliciosa.
Ingredientes:
1 pechuga de pollo
1 zanahoria
1 ajo
1 cebolla
2 cucharadas de perejil picado
1 lata grande de tomate natural triturado
1 pastilla de caldo de carne
100ml de vino tinto
1 hoja de laurel
1 ramita de romero
sal y pimienta
Una pizca de azúcar
Elaboración:
Picamos finamente la cebolla, ajo y la zanahoria, y sofreímos todo junto unos minutos en una cucharada de aceite. Añadimos el pollo cortados en trozos pequeños y las hierbas. Cuando el pollo esté dorado añadiremos el vino, el tomate y salpimentaremos.
Dejamos cocer el conjunto durante unos 20 minutos para que el tomate reduzca y se concentren los sabores, corregimos la acidez con el azúcar si es necesario.
Cocemos la pasta en función de las indicaciones del fabricante.
Mezclamos con la salsa y listo para comer.
3 comentarios:
Que chula la pasta, creo haberla visto en el super así de larga. La salsa una delicia!!! Y esas fotos son de lo más, me encanta!!!
Besos guapa
Me encantan estos platos. Tiene una pinta bárbara.
Un abrazo
Sí que se ve larga la pasta, pero queda original. Yo hago una salsa parecida. El tomate con el vino tinto queda muy bien para las pastas.
Besos
Bocados Divinos
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